Antennagate Una manzana con mucho pecado Last Bit
Leyendo un art�culo de management, me percat� de qu� tan certero fue mi comentario acerca del futuro de Apple, en donde el Sr. Jobs ha demostrado su falta de control en emergencias.
Cual ni�o reprobado con 5 de promedio, al chavo se le olvidaron las 3 reglas de oro para una crisis como la que est� pasando:
- Adu��ate el problema.
No culpes a nadie m�s, el error es el error y si eres cabeza de una empresa, es tu responsabilidad, parece que Jobs y Aguirre cojean del mismo pie. La honestidad y humildad no se llevan con la soberbia, terminar diciendo "Simplemente no agarres el tel�fono de esa manera", no aceptar que realmente existe un problema (su intenci�n en la conferencia fue desacreditar el issue realmente), y terminar con un "Were not perfect" mientras comparaba a la competencia, demuestran su gran cagada... al final del d�a, no quiso adue�arse de su error. - Haz las cosas bien, como se debe.Los gringos dicen que a pesar de todo, las "actions" sugeridas fueron acertadas por parte de Jobs. Lo siento, el total recall era un must, al no hacerlo perdi� su motto (ya comentado en otros posts). Sin embargo acepto que el hecho de permitir devoluciones sin cargo extra (tanto en Apple como AT&T) fue acertado, m�s no suficiente, queda mucho por ver c�mo tan pocas acciones afectar�n a la marca.
Los "free bumpers"? No mamen... eso fue el mexicanaxo diciendo "s�bele al volumen del coche para que no suene la carcacha", so... #FAIL de nuevo para Jobs en crisis management. - Deja que los dem�s sigan adelante.
Aceptado el problema, haciendo bien las cosas, y sobre todo arregl�ndolo, te�ricamente deber�a de permitir a todo mundo seguir con sus temas normales y cotidianos, dejando as� morir por s� solo el problema o emergencia. Jobs creo que tiene un concepto muy diferente, por que eso de culpar y mezclar/mostrar a la competencia, no es precisamente "dejar que sigan adelante", generando respuestas como : a) Handset World : Dont speak for us, Steve Jobs y iPhone Defense y al final del d�a, alimentando el fuego que ir�nicamente quer�a apagar.